sábado, 21 de abril de 2012

Singapur, la tierra de las oportunidades

El edificio más singular de la ciudad es el Marina Bay Sands, hecho para ser admirado.

Qué mejor que estrenar mi cámara de fotos, que en una ciudad como Singapur, llena de rascacielos y luces de neón.

Esta ciudad-estado es uno de los más importantes centros financieros de Asia y en pueden dislumbrar desde altos y extravagantes edificios hasta pequeñas casas de la época colonial, como las del barrio de China Town.

Cuando cae la tarde comienzan el espectáculo de luz y sonido y la zona se paraliza para mirar la obra arquitectónica.

La piscina de la azotea tiene 150 metros y no existen las barandillas vistas...

El edificio más singular de la ciudad es el Marina Bay Sands del arquitecto Moshe Safdie, de origen israelí. Este enorme edificio de 3 bloques unidos arriba como por una plataforma que se asimila a una tabla de surf, tiene 57 plantas y ha desplazado al Burj Al Arab como el hotel más caro del mundo. En su azotea dispone de una piscina de 150 metros sin barandilla desde la que se pueden observar las vistas más espectaculares del centro financiero de la ciudad. Cuesta 20 dólares singapurenses subir (unos 15 euros) y bañarse está reservado, en principio, para los huéspedes del hotel. El edificio alberga además un enorme centro comercial, un teatro, casinos y decenas de restaurantes.


Tras el espectáculo de luces también llega la noche a la discoteca Ku de tá, el centro neurálgico de la fiesta singapurense...

Los Laurent y Laura en el Ku de tá.

Cerca del ventilador, que a pesar de la altura hacía unos 30 grados...

En la misma Bahía se puede disfrutar de una noria gigante y se está proyectando un puerto turístico, por ahora el mercantil, es el más importante del Sudeste asiático.

Singapur significa en sánscrito león y de ahí el símbolo de la ciudad, un león fiero con cuerpo de bella sirena. Al fondo el distrito financiero.

El templo hindú Sri Mariamman, aunque la mayoría de la población es budista se pueden observar algunos templos hindús y cristianos.


Las casitas coloniales del barrio chino.


Lo que más me ha gustado de Singapur es la cantidad de nuevos proyectos que se cuecen y la cantidad de españoles y europeos que hay por allí aprovechando la oportunidades, sin duda, es Asia el nuevo sueño generacional.

2 comentarios:

Elena dijo...

Lo de la piscina sin barandillas ... da un poco de yuyu, no? me encantan las casitas coloniales del barrio chino, parecen de juguetes!!
Ea! ya sé que si no tengo futuro con esto de la investigación ... maletas y para Asia!! aunque sea a hacer tartas!!! besitoooossss

Clara dijo...

Sí Elena seguro que hay alguien en Asia a quién le interesa la zeolita! Sobre la piscina debe ser una sensación rara verte tan alto! Disfruta de Holanda!! Besitos